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El tatuaje es casi tan antiguo como el hombre. Marcar la piel con hazañas, afectos, motivos estéticos o símbolos se remonta a los orígenes del Homo Sapiens, si bien…

Clínica Serres elimina los tatuajes no deseados

 

El tatuaje es casi tan antiguo como el hombre. Marcar la piel con hazañas, afectos, motivos estéticos o símbolos se remonta a los orígenes del Homo Sapiens, si bien, aunque no siempre han estado aceptados socialmente, en las últimas décadas se ha producido una gran demanda de esta forma de marcar el cuerpo para diferenciarse por algún u otro motivo.

El problema surge cuando dicho motivo diferenciador deja de ser tan importante como para ser recordado para siempre, o ese nombre propio ya no se recuerda con afecto, o aquel diseño tan atractivo en la adolescencia deja de ser elegante en la edad adulta.

Según los expertos, conforme ha ido creciendo el número de personas dispuestas a tatuarse, ha crecido también, de forma proporcional el número de aquellas que desean eliminar para siempre una marca que ya nos les trae buenos recuerdos, ya no está tan moda, o que simplemente ya no es acorde con la personalidad actual del individuo, amén de los motivos laborales, otra de las excusas más recurrente para querer eliminar un tatuaje.

Estudios realizados en este ámbito muestran que más del 50% de los tatuados tienen dudas a lo largo de su vida sobre la idoneidad de conservar el tatuaje, y es que cuando se trata de marcarse, el «para siempre» resulta demasiado tiempo para la mayoría de los humanos.

Los métodos utilizados para eliminar tatuajes también han sido muy variopintos a lo largo de la historia, la mayoría de ellos dolorosos y poco efectivos. Pero la evolución de la técnica Láser ha conseguido resultados cada vez más satisfactorios y menos agresivos con la piel.

Clínica Serres es pionera en la eliminación eficaz de tatuajes gracias a la novedosa técnica de Láser Alex Q-Switched. Según algunos pacientes sometidos a este tratamiento, cada pulsación del Láser se siente como el pequeño golpe de una goma elástica, algo insignificante para quien ha soportado el hacerse un tatuaje.

El número de sesiones varía en función del tamaño del tatuaje, los colores utilizados en el mismo y la profundidad que alcanza el pigmento bajo la superficie de la piel. Según los expertos, el sistema Q- Switched es menos doloroso y requiere menos tiempo de recuperación que otros métodos, tanto es así, que la mayoría de los pacientes no requieren anestesia (que se aplica en forma de crema) aunque ésta puede ser aconsejada por el médico según la naturaleza y la ubicación del tatuaje.

Gracias a esta nueva técnica llevada a cabo en Clínica Serres, el tatuaje no deseado ha dejado de ser para muchos pacientes motivo de malos recuerdos, de complejo estético o de escollo para conseguir un empleo, y lo mejor, es que no deja ningún tipo de cicatriz.

Además, este tratamiento presenta la novedad de que se pueden someter al mismo personas que hayan sido objeto de infructuosos o insatisfactorios intentos con otros sistemas, siempre que éstos no hayan provocado una cicatrización excesiva.
Con tratamientos tan eficaces como el Láser Q-Switched, el ancestral arte del tatuaje ha perdido su sentido de permanencia, para la tranquilidad de todas aquellas personas para las que su tatuaje se ha transformado en un estigma más que un elemento diferenciador aceptado.

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